Thursday, July 20, 2006

Mar-Gas

Es interesante ver como se van dando las relaciones entre países y como van cambiando los discursos a medida que cambian los gobiernos y las circunstancias. Para bolivianos y chilenos ha sido una sorpresa que los gobiernos de Evo Morales y Michele Bachellet hayan llegado a complementarse aparentemente bien y hoy en día exista una sensación de amistad entre ambos países. Aunque claro, ambos son políticos y por ende no sabemos cuales son los intereses que los mueven y hasta donde quieren llegar ambos gobiernos.

Hace dos días en La Paz, Chile ha abierto la posibilidad de hablar del mar y eso ha traído una serie de repercusiones en ambos países. Por un lado ha despertado un gran optimismo en Bolivia (La Prensa) y en Chile ha servido como pretexto de la oposición para atacar al gobierno (Emol).

¿Que significa que Chile va a hablar del mar? La presidenta Bachellet ha dejado claro que no significa modificar tratados. Por ende la aspiración de Bolivia de tener soberanía en el océano Pacífico al parecer no es una salida viable. En ese sentido hablar del mar significa dar facilidades a Bolivia para que saque sus productos por el océano Pacífico, algo que ya se viene hablando hace varios años.

Bolivia tampoco habla claro porque si bien el presidente Morales dijo que no iba a usar la estrategia de Gas por Mar, en el fondo sabe que el gas es el único mecanismo que podría acercarnos a Chile, mas aún ahora que el suministro de gas por parte de Argentina no esta asegurado y menos en las magnitudes que Chile podría requerir en el futuro si sigue en la senda de crecimiento en la que actualmente se encuentra.

Ambos países hablan del mar y del gas pero no quieren entrar en algo concreto, en una formula que permita conciliar ambos criterios. El no hacerlo responde principalmente a que cualquier paso que se dé, que signifique ceder en algo, seria utilizado por la oposición para desprestigiar al Gobierno.

Como siempre va a existir una oposición, realmente es difícil pensar que algún día lleguemos a algún acuerdo a no ser que las necesidades de ambos países hagan que la población empiece a demandar una solución y de esa manera sea la población la que pida una solución a este diferendo.

Que podemos hacer para que esto suceda? En definitiva debemos tratar de ser muy influyentes en el norte de Chile, aprovechando al máximo los acuerdos de complementación económica a fin de pisar fuerte en esa región. Asimismo debemos ser astutos en manejar el tema del gas. El gas que compra Chile de Argentina no esta del todo garantizado y su suministro siempre tiene inconvenientes, además de que los precios a los que compra Chile el gas Argentino también van a subir. Por ende poco a poco se puede ir ofreciendo gas en condiciones más favorables al que ofrece Argentina y así podremos ganarnos la simpatía del sector industrial.

En resumidas cuentas, con un poco de inteligencia y teniendo en cuenta que en relaciones internacionales no existen los amigos de verdad, podemos ir manejando un escenario donde al final la solución pase por dar gas a cambio de mar.

1 comment:

Tomas Bradanovic said...

Mi punto de vista, desde Chile:

Una salida soberana al Pacífico para Bolivia, en territorio actualmente chileno es sumamente difícil, no solo por las complicaciones prácicas (el Perú no permite un corredor al norte de Arica, es impensable cortar el país en dos con un corredor más al sur) sino por un asunto político: la opinión pública, los votantes, están en un 90% y más según las encuestas en contra.

Ningún gobierno chileno, por más simpatía y decisión que tenga puede hacer nada contra ese 90% de opinión negativa. Durante Pinochet/Banzer pudo haber sido porque no existían elecciones, ahora sería un suicidio político para cualquier gobierno en democracia.

Por otro lado la demanda marítima es una piedra en el zapato para Chile, puede llegar a molestar muchísimo pero tampoco es cuestión de vida o muerte. Chile ha vivido muchos años con eso encima y desde Antofagasta hacia el sur ni les preocupa mucho lo bien o mal que estén las relaciones con Bolivia.

Es en el norte de Chile donde vivimos en contacto diario con bolivianos y no tenemos los tontos prejuicios que hay en nuestra capital. Acá en Arica vemos como el puerto languidece, el ferrocarril no funciona y se pierden montones de oportunidades para ambos países por culpa de la centenaria pelea.

Como decía al principio es muy improbable un corredor, pero podrían haber alternativas, tal vez un énclave costero pero primero que nada la causa boliviana debería ganar una simpatía en la gente que hoy no tiene, si no hay apoyo de opinión nada es posible.

¿Y por que no hay simpatía? porque desde siempre el asunto se ha exigido con beligerancia, como si los chilenos tuvieramos que disculparnos por el resultado de la guerra. Ese no es camino a ninguna parte, las amenazas surten efecto solo cuando son reales y urgentes y en este caso no lo son, ese ha sido un error de los gobiernos de Meza hacia atrás.

Por eso yo veo bien encaminada la iniciativa de Evo Morales de conversar amigablemente. El camino es el convencimiento y como bien propones, la influencia económica creciente en el norte de Chile. A Santiago le interesa poco el asunto pero para el norte puede ser importante. En la medida que las autoridades chilenas vean que es conveniente y confiable hacer negocios con Bolivia (ya que con Argentina fue un desastre) toda la opinión podría desplazarse favorablemente hacia alguna solución de la demanda marítima.

Al menos así lo veo yo...