Thursday, May 22, 2008

La Persistencia Política

Casi todos los libros de texto de macroeconomía indican que el oportunismo en la política económica surge cuando los objetivos de sus responsables están en conflicto con el bienestar general. El temor que siempre existe es que los políticos utilicen la política macroeconómica para perseguir sus propios fines electorales.

No me queda duda que este es el caso actual de Bolivia y cada vez es peor, pues hemos entrado en una perversión total de la democracia que nos lleva a querer arreglar todo vía referendums, cuando por el contrario estos referendums están destruyendo la economía.

Si uno quisiera medir los costos económicos del persistente proceso electoral en que hemos entrado, podríamos ver cuanto le cuesta al Estado mantener el subsidio a los hidrocarburos, subsidio que lo pagamos todos y que va dirigido principalmente a la clase pudiente que en definitiva es la que siempre se beneficia de este tipo de subsidios a la oferta.

Según un estudio de POPULI de casi exactamente un año atrás, Hacienda perdía US$ 160 millones por el subsidio del diesel oil y el GLP, esto cuando el precio del petróleo era de US$ 66. Imagínense a cuanto haciende este subsidio hoy que el precio del petróleo esta en US$ 135 el barril.

Lógicamente ahora más que nunca el gobierno no va a levantar el subsidio, pues tiene que ganar votantes, peor aún quieren subsidiar los alimentos, los cuales también tienen proyecciones de precios al alza en los próximos meses. Parece que la propaganda de que la plata de la supuesta “nacionalización” se esta gastando en educación y salud la van a tener que cambiar muy pronto.

Muertos del Voto

Polonia tuvo el mayor número de bajas (en proporción a su población) durante la guerra que empañó en sangre a todo un continente; muertos que los europeos mencionan sólo para celebrar el milagro de la reconciliación entre naciones otrora mortales enemigas. Al argumentar que - de jamás haberse desatado la Segunda Guerra Mundial - Polonia hoy tuviese 28 millones de ciudadanos adicionales y por ende merece un mayor número de votos dentro de la Unión Europea, el entonces primer ministro polaco Jaroslaw Kaczynnski rompió esta tradición.

Muchos de nuestros antepasados murieron debido a la llegada del imperio español. Sería triste que un partido político asuma que, de no haber perecido millones debido a las enfermedades y espada española, hoy contarían con la preferencia electoral de los descendientes de víctimas de la conquista. Yo vote por el MAS, y lo hice porque sentía un revolver político apuntado a mi cien amenazándome con encender un polvorín si salía elegido un k’ara. La crisis era tan profunda que el MAS jamás se dio la molestia de definir, explicar o convencer de la idoneidad de su proyecto político en siquiera un solo debate. Por fin entendemos su proyecto y - más que “autonomía” - los bolivianos queremos debatir sobre el modelo de desarrollo que mejor se adapta a un país con una tradición milenaria de intercambio comercial.

El gobierno de Kaczynski es un pie de página en Europa, y la comunidad ahora rememora casi con nostalgia cuando su viceministro de justicia Andrzej Duda le refregaba en la cara a su colega Lene Espersen estadísticas de abortos en Dinamarca. El estilo del gobierno de Kaczynski en la defensa de muertos propios y extraños hoy no pasa de lo anecdótico. La estrategia de “suma cero” de nuestros políticos – apropiada en un jugador de ajedrez – refleja un estilo un tanto más trágico.

Diseñar una constitución que permita la convivencia y sinergia entre abnegados siervos del Estado y cerdos capitalistas es posible, y las grandes mayorías hemos de salir beneficiados el día que manifestaciones nocivas del interés personal sean atenuadas con mayor racionalidad y altruismo, y un equilibrio entre ambición y solidaridad permita avanzar - a la vez – desarrollo e igualdad. La justicia social del socialismo y crecimiento de la economía de mercado no son incompatibles, y muchas naciones han logrado armonizar ambos objetivos en un sistema incluyente, flexible y dinámico. La vida, economía y política no es una partida de ajedrez, y no deben reducirse a un juego de “suma cero”.

La radicalización del gobierno y oposición no demuestra un genuino interés en negociar, o siquiera voluntad de sostener un verdadero diálogo. Lo que demuestra es que la estrategia de ambos se reduce a no ceder espacios políticos. Y como no existe un proyecto que pueda llenar el actual vacío, los políticos han decidió patear el tablero al proyecto autonómico para “ver qué pasa”. Por ende, el único requisito que debe cumplir el nuevo “referéndum” es permitir a los más vivos aferrarse a su poder. En tanto la codicia política siga seduciendo a nuestros mediocres líderes apostar a un vencedor y un vencido, seguirán avanzando la peor de todas las estrategias: que mañana sean los muertos quienes deban decidir.

Flavio Machicado Teran

Wednesday, May 14, 2008

El gran Bigotón

Cada vez que viene Xavier Azkargorta a nuestro país, se merece tener un post que resuma las frases que dice, pues no solamente son aplicables para los futbolistas, sino para todas las personas y sobretodo para los políticos.

En la edición de La Prensa de hoy hay un artículo sobre una charla que dio ayer, donde se destacan las siguientes frases:

…en el país se ha “perdido la cultura del esfuerzo para conseguir algo” los bolivianos estamos “acostumbrados a lo fácil”…se debe retroceder en el tiempo y volver a trabajar con sacrificio para tener la posibilidad de ser exitosos, en el fútbol y en otros campos…

Que cierta es esta frase y es justamente lo que explica la actual coyuntura económica, política y social que estamos viviendo. La mediocridad de los gestores de políticas ha hecho que estemos entrampados en la búsqueda de soluciones corto plazistas, llamense referenduns, constituciones, estatutos, etc, que no tienen un ápice de esfuerzo por hacer las cosas bien.

… “se juega como se vive” … la forma de vida de uno es fundamental para aplicarla en lo profesional…

En Bolivia todos son opinologos y se creen dueños de la verdad, pero reflejan en su forma de vida lo que pregonan? Pregúnteles a los políticos….

Una última frase que no está en el artículo pero que la dijo en una entrevista en ATB fue:

…”el día tiene 24 horas, 8 horas para dormir, 8 horas para jugar y 8 horas para estudiar”…

Cuando se hacen bien las cosas, el tiempo alcanza para todo. Es hora de que en Bolivia se empiecen a hacer bien las cosas, como todo se hace mal el tiempo pasa y pasa y no pasa nada y seguimos con los típicos discursos del pasado y fijándonos en lo que hace el vecino. También lo decía el bigotón, los bolivianos nos fijamos mucho en lo que hace el vecino, pero que hacemos nosotros?

Agencia de la Beligerancia

El espacio a ser estratégicamente conquistado no está en las selvas colombianas o calles de Santa Cruz; se encuentra entre las paredes de su cabeza. Cual caballo de Troya y con virulenta efectividad las palabras penetran la mente, infectándola con miedos y esperanzas que conducen a entregar el alma, o a despreciar.

Las palabras importan, y el Departamento de Estado de EE.UU. ha prohibido utilizar “jihad” para referirse a al-Qaeda, porque su connotación de una lucha por hacer el bien “brinda legitimidad religiosa a los terroristas ”.

Agente es aquel de quien emana o resulta una acción, y las palabras son agentes en el sentido que incitan reacciones viscerales. Con palabras un imperio deslegitima grupos armados que asesinan en nombre de la justicia divina, y con palabras la prepotencia regional legitima a un grupo armado que secuestra y asesina supuestamente en nombre de la justicia social.

La palabra beligerante viene del latín bellum, que quiere decir guerra; y la palabra gērere, que quiere decir hacer. Beligerante, por ende, es aquel que hace la guerra. Al referirse a las FARC y al ELN, Chávez dijo: "Son verdaderos ejércitos que ocupan espacio en Colombia. Hay que darles reconocimiento como fuerzas insurgentes porque tienen un proyecto político, un proyecto bolivariano que aquí (en Venezuela) es respetado". Brindar a las FARC y ELN estatus de fuerzas beligerantes brindaría legitimidad a su proyecto político de hacer la guerra al pueblo colombiano.

El proyecto bolivarista se ve afectado por la voluntad de mitad del pueblo boliviano, que rehúsa someterse a un modelo que ha fracasado miserablemente en el mundo entero: el centralismo estatal. Pero en la mente siniestra de Chávez y Fidel, las FARC tienen derecho a asesinar y secuestrar a su pueblo, pero es ilegítimo que pueblo cruceño manifieste su voluntad en las urnas.

En Bolivia, Naomi Klein, autora de Doctrina del Shock: El Auge del Capitalismo del Desastre, habló de una violación sistemática del lenguaje, y sugiere contrarrestar esta manipulación mediante una democracia más profunda y participativa. Inconsistente con su propia premisa, luego acusa al pueblo cruceño de participar en una consulta democrática porque “busca un sabotaje de las políticas de transformación y redistribución de la riqueza”.

Lacayo, fascista, separatista son palabras que han sido secuestradas por los portavoces de la nueva prepotencia regional para justificar su intervencionismo. En respuesta, algunos cruceños utilizan el espectro de una dictadura indigenista para atizar un despreciable racismo. Al permitir que las palabras nos confinen a reacciones emocionales, estamos cediendo el espacio en nuestra mente a consignas que avanzan miedo y resentimiento, saboteando una sana discusión del camino a la reconciliación.

El debate sobre la legalidad del referéndum y eventual autonomía, debe llevarse a cabo entre bolivianos. En lugar de dialogar, la inercia nos está llevando a intercambiar una agencia por otra; a la crisis de la CIA por el desastre de las FARC. Bajo la sombra del poder, los extremos preparan el terreno para la futura beligerancia en nuestro suelo. Y como han sido elegidos democráticamente, por lo menos uno de ellos se siente legitimado en invitar extraños a que agencien nuestro shock.

Flavio Machicado Teran

Thursday, May 01, 2008

Una opinión sobre las Autonomías

A petición de mi amigo Mario Durán voy a dar mi opinión sobre el proceso autonómico en Bolivia. En primer lugar ya lo dije alguna vez, no me gusta la palabra autonomía porque me hace recuerdo a la autonomía universitaria que para lo único que ha servido es para fomentar la ineficiencia, la burocracia y la corrupción dentro de las casas de estudio públicas.

La palabra correcta es Descentralización Departamental y para entenderla debemos remontarnos a los años 1994 y 1995 respectivamente en que se promulgan las Leyes de Participación Popular y Descentralización Administrativa respectivamente. Es en esos años que el país apuesta a la descentralización como nuevo modelo de Estado, no es hace unos meses, ni será el 4 de mayo, como muchos dicen. Se implanta la descentralización municipal y es precisamente está la que permite el surgimiento de nuevos lideres como Evo Morales, Roman Loayza y otros, todos ellos nacen como lideres en sus municipios.

Asimismo, se da un empoderamiento de la gente, lo que da origen a los denominados movimientos sociales que no son otra cosa que el fruto de un sistema decentralizado, donde ya no es el oficial de gobierno el que controla como se manejan las cuentas fiscales, sino es la misma gente.

Hasta ahí todo bien excepto por un pequeño pero gran detalle, se decentralizan las decisiones de gasto, pero no así las decisiones de financiamiento de ese gasto. El mejor ejemplo de nuevo son las universidades, si existe corrupción y mal manejo en ellas es porque los estudiantes no financian en absoluto el gasto que las universidades realizan, por lo tanto no tienen ningún incentivo para fiscalizar a sus autoridades, entonces los grupos de poder se apoderan (capturan) el aparato burocrático.

Lo mismo sucede a nivel de municipios y con mayor razón a nivel de Departamentos donde todos los ingresos de las Prefecturas son vía transferencias del Gobierno Central. Así es muy lógico pensar que los grupos de poder son los que estén llevando adelante la ampliación del proceso decentralizador a nivel intermedio (en Departamentos).

Por otro lado, durante todos estos años de descentralización hubo un proceso de aprendizaje en la población, de ahí que se explica que en Santa Cruz haya un apoyo masivo a la autonomía, pues los cruceños aprendieron que es mas eficiente decidir en Santa Cruz cuantos policías se necesitan a que esa decisión venga desde La Paz, por citar un ejemplo.

Por lo tanto la respuesta a la pregunta de si esto va a funcionar o no es muy sencilla por lo anteriormente expuesto. Si al proceso de autonomías no se le asocia un esfuerzo fiscal, va a pasar lo mismo que con las universidades. Para que esto funcione es necesario que los gastos que haga la Prefectura a partir del 5 de mayo sean financiados con impuestos departamentales a fin de que exista el incentivo por parte de la población de fiscalizar que es lo que se hace con su plata. Si se mantiene el actual sistema donde se gastan recursos que el gobierno central les transfiere, solo se reproducirá la ineficiencia y la corrupción del gobierno central y será el lugar ideal para “trabajar” de los políticos.

Hay algunos elementos adicionales que también se deben considerar, como por ejemplo que es lo que se debe decentralizar y que no. Según los Estatutos Autonómicos, todo se puede decentralizar, según la Nueva CPE nada se puede decentralizar. Eso no es así, hay que ver en que somos mejores a nivel nacional y en que a nivel regional. Esto indica también que debe haber un proceso profundo y científico de diseño del nuevo Estado Boliviano, el cual no ha habido y no habrá en la medida que todo esto siga siendo manejado por políticos.

Finalmente, que va a pasar el 5 de mayo? Yo creo que nada, los Estatutos se han tornado inviables en la medida que la comunidad internacional no los reconozca. Si en algo todavía tiene ventaja Evo Morales es en su imagen internacional. Lo que no significa que sea merecedor del premio Nobel.

Obama Dilema

En la campaña electoral por la presidencia de EE.UU., la derecha norteamericana tiene un favorito entre sus posibles contrincantes, y es el rival más débil. La lógica nos dice que – entre Clinton y Obama – el más débil es aquel que – desde la perspectiva de los Republicanos – sustenta las peores políticas y es el que está más equivocado. Es imposible que sus posiciones políticas sean idénticas, pero si fuese el caso, entonces el más débil sería aquel que está menos preparado para gobernar. El frio cálculo político ha llevado a algunos Republicanos a registrarse como demócratas, para poder así votar por Hillary. A su vez, continúan inundando los medios con ataques a Obama que, de lograr su objetivo, conseguirán eliminar al más izquierdista y menos experimentado de los dos.

La justicia norteamericana tiene su propia versión de justicia comunitaria, y todo ciudadano puede ser llamado a participar en un tribunal de doce personas que debe escuchar evidencia, argumentos del fiscal y defensa, para entonces encontrar al acusado inocente o culpable. Otro ejemplo del deseo de imparcialidad del pueblo norteamericano es que la prensa se refiere a todo acusado de un crimen como el “supuesto” culpable. El deseo no libera a la cultura norteamericana de ser sometida a manipulaciones, pero por lo menos se jacta de su debido proceso, y hace un esfuerzo por analizar información relevante con objetividad. Tanto mayor el asombro que estas elecciones se hayan reducido a si Hillary mintió sobre el tipo de recepción que tuvo en el aeropuerto en Bosnia, o si Barak elige mal sus amistades y su pastor peca de ser un extremista.

El debate sobre la dirección en la cual se ha de dirigir el próximo presidente de EE.UU. ha pasado a un segundo plano, y por el momento ello incrementa las posibilidades de éxito de John Mc Cain, candidato favorito de George W. Bush. El mundo entero esta rogando que una de las naciones con mayor capacidad de ayudar a salir de la crisis que enfrenta el planeta (y también de hacerle daño), elija en las urnas cambiar de rumbo y optar por un nuevo horizonte. Pero Clinton y Obama deben primero convencer al pueblo norteamericano.

Con la ayuda de la derecha, Clinton apabulla inmisericordiosamente a Obama con insípidas acusaciones que pretenden poner en duda su carácter. No dispuesta a caer sin antes pelear hasta el último minuto, ella dice ser el candidato más “elegible” de los dos, y en parte tiene razón. A la hora de votar por su próximo presidente, una persona de extrema izquierda ha de preferir a un candidato de centro por encima de uno de derecha. Lo mismo, sin embargo, no puede decirse de una persona de inclinación política de centro que - si debe elegir entre dos extremos - puede inclinarse hacia Mc Cain.

El argumento de Hillary es que las reglas del partido Demócrata están diseñadas para avanzar la agenda del partido – ganando elecciones - y no es un pacto suicida. Es decir, aunque Obama tenga un mayor número de delgados, existe un escenario en el cual la decisión final recaiga sobre los 796 superdelegados, que son libres de dar su voto obedeciendo únicamente al dictado de su conciencia. Debido a reglas que seguramente serán reevaluadas, ex -presidentes, senadores, miembros del Comité Nacional Demócrata, gobernadores y otras figuras destacadas del partido tienen derecho a votar por el candidato que mejor les parezca. Si Obama no consigue el número de delegados necesarios, los superdelegados pueden decidir que Hillary es la mejor candidata, incluso si tiene menos votos que su contrincante.

En las últimas cuatro elecciones California ha votado consistentemente por el candidato demócrata, mientras que Texas ha optado siempre por un republicano. La certeza en la inclinación política de esos dos estados contrasta con la fluctuación en Florida y Pennsylvania, los llamados estados “columpio” que deciden las elecciones norteamericanas. Hillary ha ganado estos estados columpio, y las encuestas muestran que grupos sociales imprescindibles para ganar las elecciones, como ser católicos y la clase trabajadora blanca, la prefieren sobre Barak.

No obstante, para que Hillary remonte la desventaja y obtenga un mayor número de delegados, tendría que recibir más del 60% de los votos en las 10 elecciones que quedan, lo cual es casi imposible. Su única esperanza, por ende, es convencer a su partido que ella es el candidato más fuerte, y para comprobarlo ha decidido retar a su contrincante a un debate mano-a-mano, sin moderadores, sólo los dos en el cuadrilátero. Obama sabe que tiene la ventaja, y que debatir con Hillary únicamente puede vulnerarla. Hillary aprovecha ese cálculo político para asediarlo, dejando entrever que tiene miedo perder el debate y demostrar que aun no está preparado para gobernar. Los ánimos se han caldeado, y la división interna preocupa a la izquierda norteamericana, debido al peligro que la convención nacional de agosto en Denver se convierta en el escenario de una guerra civil.

Gane quien gane entre Hillary y Barak, el candidato victorioso tendrá que postular su posición inequívocamente, con una claridad nunca antes utilizada para delinear el nuevo horizonte. La claridad y especificidad en la plataforma de la izquierda norteamericana responde al imperativo de convencer al pueblo, pero también al hecho que por primera vez en la historia de EE.UU. es posible hablar de mayor igualdad económica, una fracasada política exterior y equilibrio ecológico sin que la derecha fácilmente reduzca la plataforma demócrata a un tipo de “socialismo”, una estrategia que ha utilizado exitosamente en el pasado para deslegitimar un cambio sustancial en dirección.

¿Obama de izquierda? ¿Izquierda de quien?, preguntarán nuestro radicales. Por supuesto que la cosmología política depende de la posición relativa, y para los fundamentalistas, Obama es un capitalista, y eso es todo lo que tenemos que comprender. La realidad siempre es más compleja, y para el ex – congresista republicano Bob Barr, el partido de Ronald Reagan se ha ido demasiado a la izquierda, abandonando el más importante principio conservador: el mejor gobierno es aquel que gobierna menos.

La tradición ideológica de Ronald Reagan se puede resumir en su postulado “El gobierno no es la solución a nuestros problemas, el gobierno es el problema”. Según Barr, candidato a la presidencia de EE.UU. por el partido Libertario, republicanos como Bush y Mc Cain han traicionado este espíritu conservador, una traición que lo impulsa a ofrecer una alternativa política en la derecha para contrarrestar la herejía republicana de optar por un candidato – John Mc Cain - que tuvo la osadía de votar contra la reducción en impuestos para los más ricos.

El mismo gradualismo que impide notemos que nuestro organismo cambia cada día, nos roba el lujo de la perspectiva histórica, una retrospectiva que permitiría observar cómo aspectos medulares del socialismo y capitalismo se fusionan delante nuestros ojos. Cuales eslabones de una cadena, el 8 del 8 del 08 es la fecha de la ceremonia inaugural de las Olimpiadas en Beijín. Con esta cábala celebraremos la inclusión de China a la economía mundial, inyectando a la recesión grandes dosis de consumo. El movimiento hacia un mundo multipolar y no-dogmático es gradual, pero la dirección es inconfundible.

La derecha fríamente calcula que apoyar a Hillary incrementa la división interna en el partido demócrata. Parten de la premisa que Obama no puede perder la nominación, y por ende ayudar a meter más calda en la pugna interna de la izquierda fortalece a John Mc Cain. Tal vez Hillary es el candidato más fuerte, pero la división racial que resultaría de negarle al primer candidato afroamericano su victoria electoral es un lujo que los demócratas no pueden darse ¿O sí? Si la derecha ahora defiende a Hillary es porque cree que en estas elecciones no podrá ser la candidata.

La discusión sobre el espíritu y dirección del capitalismo made in USA estará implícita en el debate sobre políticas económicas, política exterior y visión de una economía “verde”. Si gana la nominación de su partido, Obama entrará a ese debate debilitado por los ataques a su patriotismo y relación con el Rev. Wright, que acusa al gobierno norteamericano de inventar el SIDA para eliminar a la población afroamericana, y de practicar un terrorismo de estado. Obama es el candidato más débil, pero si su argumento sobre la necesidad de cambio es sólido, su visión del futuro uno de esperanza, entonces el pueblo norteamericano deberá escucharlo, y decidir si ha de optar por cambiar el rumbo hacia una izquierda sensata.

Gane Hillary, o gane Obama, si luego gana la elección presidencial, culquiera de los dos será mensajero de un importante cambio, y la derecha no será la única en llorar esta transformación. Una victoria de Hillary u Obama no conviene a los demagogos en ambos extremos de la cosmología electoral, porque será un eslabón más en la integración del ser humano, y un eslabón menos en la cadena del dogmatismo radical. La derecha norteamericana e izquierda tribalista latinoamericana desprecian por igual a Hillary y Obama, y no saben contra cuál de ellos el día de mañana prefieren debatir. ¡Vaya dilema!

Flavio Machicado Teran