Thursday, March 24, 2011

El Día del Carajo

Ayer, miércoles 23 de marzo Bolivia recordó un aniversario mas de la perdida de su salida al océano Pacifico y de los territorios del Litoral. De hecho ya son 132 años que somos un país sin salida al mar.

El martes en la noche, como todos los años, los colorados de Bolivia y los marinos de la Naval llevaron los restos de Eduardo Avaroa y la bandera que flameo en Antofagasta a la Plaza Avaroa. Ese mismo día en la mañana los estudiantes de diferentes colegios rindieron su homenaje en desfiles zonales, demostrando mucho fervor y patriotismo. Todo estaba como para que el miércoles sea un día del carajo, como lo había dicho el presidente Morales, días previos. De hecho a pesar que el miércoles amaneció con un poco de neblina, luego brillo el sol y La Paz disfrutó de uno de los días más calurosos de marzo. Más del carajo aún, pues el día se prestaba para que las lindas mujeres paceñas puedan exponer su cuerpo al sol y obtener un lindo bronceado.

Hasta ahí todo bien,… hasta que el Sr. Morales expreso su discurso alusivo al mar y literalmente nos mando al carajo. Cuando todo hacia presuponer que por fin podíamos pensar en una recomposición de las relaciones con Chile, resulta que, quien sabe de donde o quien le recomendó, tenía que mandar al carajo todo lo que se había avanzado con Chile hasta este momento. Con una idea totalmente absurda, porque no se que podemos reclamar nosotros en tribunales internacionales, si es que perdimos una guerra y además esos territorios ya son habitados por chilenos, el Sr. Morales hecho por la borda una de las pocas cosas en que lo estaba haciendo bien.

Pero bueno, creo que todo el mundo esperaba alguna de estas cosas, pues con algunas personas que me encontré antes de ir a ver el desfile, todos me decían que esperaban alguna barbaridad de parte del presidente. En todo caso el Sr. Morales es libre de decir lo que piensa y quiere, lo que si pero me parece grave es que al Sr. Choquehuanca, que de hecho debemos reconocer que es uno de los mejores cancilleres que hemos tenido en los últimos años, estas cosas siempre lo ponen en aprietos, porque luego tiene que salir a interpretar lo que quiso o no quiso decir el presidente.