En un artículo que salió hoy en La Razón se menciona un estudio realizado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) donde se menciona que Bolivia es el país más económico (barato) en Sudamérica, además de ser el de menor consumo. Bolivia tiene un índice de precios de 53.8, mientras que Chile el país más caro tiene un índice de 117.7, es decir más del doble que Bolivia.
¿Que explica esta diferencia de precios entre países? El modelo económico de Bienes Transables y No Transables explica que las diferencias de precios entre países radican principalmente en diferencias en la productividad relativa del sector transable. Es decir, si un país es más barato esto se debe a que su productividad relativa de su sector transable es más baja.
Bienes transables son aquellos bienes que como su nombre lo indica pueden ser comercializados a nivel internacional (pueden ser importados o exportados). Los bienes no transables son aquellos que por el contrario no pueden ser comercializados ya sea por barreras naturales al comercio como costos de transporte elevados o políticas proteccionistas como aranceles, cuotas, etc.
Generalmente los precios de los bienes transables tienden a igualarse a nivel internacional, esto es el famoso supuesto de la Paridad del Poder de Compra (PPP por sus siglas en ingles), por tanto lo que explica la diferencia de precios entre países son los precios de los bienes no transables, los que a su vez serán altos o bajos en función de las productividades de ambos sectores. De ahí que el referente principal es la productividad relativa de transables que no es otra cosa que la productividad de transables sobre la productividad de no transables.
En resumen si los precios en Bolivia son bajos se debe a que la productividad relativa de los transables es baja. Esto se puede deber a dos cosas. Por un lado puede ser que la productividad en el sector transables sea muy baja, es decir se este usando mucho trabajo en la producción de transables o que por otro lado la productividad en el sector de no transables sea alta, es decir se este usando poco trabajo en ese sector.
Una baja productividad en el sector transables se traduce en salarios bajos y bajos salarios significan bajos ingresos, con lo que de ninguna manera deberíamos sentirnos contentos con esta noticia, si es que vemos este fenómeno de precios desde la perspectiva de este modelo. Naturalmente como todo en economía pueden haber otras explicaciones a porque Bolivia es tan barata, pero definitivamente no somos muy productivos.
Thursday, June 29, 2006
Friday, June 23, 2006
Plan Nacional de Desarrollo
Hace una semana el gobierno presento el denominado Plan Nacional de Desarrollo (PND), el cual se lo puede encontrar en la página web del Ministerio de Planificación (www.planificación.gov.bo)
Esta semana tuve tiempo de leerlo casi en su totalidad y la impresión que me queda es que como diagnóstico de la economía boliviana y de la realidad social de Bolivia esta muy bien, pero deja un sabor a muy poco con respecto a propuestas y cosas concretas que se vayan a realizar. Hay ideas muy interesantes que de llevarse a cabo tendrían un muy buen impacto tanto a nivel social como económico, pero no se vislumbran los mecanismos para llevarlas a la práctica.
De principio me parece que el documento es demasiado extenso, mas de 200 páginas en las cuales se podría decir que un 75% es dedicado a hacer un diagnóstico. Cada sección y subsección dedica mucho espacio a hacer introducciones y decir como estamos, lo que lleva a que se repitan las mismas ideas varias veces. Bastaba con una buena introducción al principio y punto. Comparto plenamente que tenemos un Estado colonial y que debemos avanzar hacia una sociedad más equitativa y donde se rescate la pluriculturalidad y se cultiven los valores de la solidaridad, el dialogo y la confraternidad, pero no es necesario repetir esto en cada acápite.
Después un 20% esta dedicado a propuestas, algunas de las cuales presentan cifras de dinero que se esperan gastar, como dije son ideas interesantes, pero que no tienen una explicación clara de cómo se las puede llevar a la práctica. El restante 5% si son cosas concretas que se van a hacer y que tienen una cierta coherencia. Se destaca aquí la creación de una Banca de Fomento que más concretamente se resume al funcionamiento de NAFIBO como banco de segundo piso y el Banco de la Unión como banco de “primer piso”. De hecho el sistema ya ha estado funcionando así y ha tenido buenos resultados.
Me parece muy bien escrita la sección 5.6.2 referida a Ciencia, Tecnología e Innovación. Hay un buen diagnóstico y buenas ideas. Al final hay un programa de investigación en sectores donde se destaca la palabra INVESTIGACIÓN, pero a mi parecer se olvidan del elemento más importante que es quien va a hacer esa investigación y ahí me parece que deben tener un rol muy importante las universidades. De hecho se habla muy poco con respecto a que se va a hacer con las universidades y como se las puede potenciar.
La sección que peor escrita esta es la 7.2 referida a la Capitalización. Da la impresión que fue incluida a último momento porque se contradice con otras partes del documento. Por ejemplo, en esa sección se plantea la eliminación de las Superintendencias y en varias otras partes del documento se menciona que se coordinaran políticas con las superintendencias. Asimismo se plantea la reversión de las acciones de las capitalizadas al Estado y en otra parte se habla de dar un uso eficiente a los recursos de las AFP´s. ¿Como es esto por un lado se las quiere liquidar y por otro no? Lastimosamente esta sección fue la que más ruido ocasiono a nivel nacional e internacional.
La gran falencia del PND es que no hay nada con respecto a políticas concretas de educación, se habla muy poco o casi nada del tema. No hay nada con respecto a programas de lucha contra la pobreza, sí se habla de más gasto social e inversión en infraestructura que si ayudarán a aliviar la pobreza, pero cosas más concretas como transferencias a los más pobres, políticas de incentivos a la educación de niños pobres, programas de salud, nada. De igual manera no hay nada con respecto a las pensiones. Peor aún si se revierten las acciones de las capitalizadas al Estado, se estará confiscando ingresos a los jubilados y no hay ningún mecanismo de compensación, salvo el Bono Sol. Se podría pensar en otro tipo de bonos, también.
Finalmente se presentan una serie de proyecciones económicas, donde es difícil ver en las mismas el impacto de este Plan, muchas de las proyecciones se basan en proyectos que ya estaban agendados con anterioridad a este Gobierno, como es el caso de los proyectos mineros de San Cristóbal, San Bartolomé y el Mutún o la ampliación de vantas de gas a la Argentina y al Brasil.
Pienso que es un buen punto de partida, como dije el diagnóstico esta muy bien hecho y creo que nos deja claro que tenemos un Estado hecho pedazos y una economía que se mueve en función a cuan bien o mal le vaya al Mundo. Pero hace falta poner en práctica ideas más concretas que permitan salir de la pobreza sobretodo. Me parece que es vital trabajar mucho en educación, educación y más educación.
Esta semana tuve tiempo de leerlo casi en su totalidad y la impresión que me queda es que como diagnóstico de la economía boliviana y de la realidad social de Bolivia esta muy bien, pero deja un sabor a muy poco con respecto a propuestas y cosas concretas que se vayan a realizar. Hay ideas muy interesantes que de llevarse a cabo tendrían un muy buen impacto tanto a nivel social como económico, pero no se vislumbran los mecanismos para llevarlas a la práctica.
De principio me parece que el documento es demasiado extenso, mas de 200 páginas en las cuales se podría decir que un 75% es dedicado a hacer un diagnóstico. Cada sección y subsección dedica mucho espacio a hacer introducciones y decir como estamos, lo que lleva a que se repitan las mismas ideas varias veces. Bastaba con una buena introducción al principio y punto. Comparto plenamente que tenemos un Estado colonial y que debemos avanzar hacia una sociedad más equitativa y donde se rescate la pluriculturalidad y se cultiven los valores de la solidaridad, el dialogo y la confraternidad, pero no es necesario repetir esto en cada acápite.
Después un 20% esta dedicado a propuestas, algunas de las cuales presentan cifras de dinero que se esperan gastar, como dije son ideas interesantes, pero que no tienen una explicación clara de cómo se las puede llevar a la práctica. El restante 5% si son cosas concretas que se van a hacer y que tienen una cierta coherencia. Se destaca aquí la creación de una Banca de Fomento que más concretamente se resume al funcionamiento de NAFIBO como banco de segundo piso y el Banco de la Unión como banco de “primer piso”. De hecho el sistema ya ha estado funcionando así y ha tenido buenos resultados.
Me parece muy bien escrita la sección 5.6.2 referida a Ciencia, Tecnología e Innovación. Hay un buen diagnóstico y buenas ideas. Al final hay un programa de investigación en sectores donde se destaca la palabra INVESTIGACIÓN, pero a mi parecer se olvidan del elemento más importante que es quien va a hacer esa investigación y ahí me parece que deben tener un rol muy importante las universidades. De hecho se habla muy poco con respecto a que se va a hacer con las universidades y como se las puede potenciar.
La sección que peor escrita esta es la 7.2 referida a la Capitalización. Da la impresión que fue incluida a último momento porque se contradice con otras partes del documento. Por ejemplo, en esa sección se plantea la eliminación de las Superintendencias y en varias otras partes del documento se menciona que se coordinaran políticas con las superintendencias. Asimismo se plantea la reversión de las acciones de las capitalizadas al Estado y en otra parte se habla de dar un uso eficiente a los recursos de las AFP´s. ¿Como es esto por un lado se las quiere liquidar y por otro no? Lastimosamente esta sección fue la que más ruido ocasiono a nivel nacional e internacional.
La gran falencia del PND es que no hay nada con respecto a políticas concretas de educación, se habla muy poco o casi nada del tema. No hay nada con respecto a programas de lucha contra la pobreza, sí se habla de más gasto social e inversión en infraestructura que si ayudarán a aliviar la pobreza, pero cosas más concretas como transferencias a los más pobres, políticas de incentivos a la educación de niños pobres, programas de salud, nada. De igual manera no hay nada con respecto a las pensiones. Peor aún si se revierten las acciones de las capitalizadas al Estado, se estará confiscando ingresos a los jubilados y no hay ningún mecanismo de compensación, salvo el Bono Sol. Se podría pensar en otro tipo de bonos, también.
Finalmente se presentan una serie de proyecciones económicas, donde es difícil ver en las mismas el impacto de este Plan, muchas de las proyecciones se basan en proyectos que ya estaban agendados con anterioridad a este Gobierno, como es el caso de los proyectos mineros de San Cristóbal, San Bartolomé y el Mutún o la ampliación de vantas de gas a la Argentina y al Brasil.
Pienso que es un buen punto de partida, como dije el diagnóstico esta muy bien hecho y creo que nos deja claro que tenemos un Estado hecho pedazos y una economía que se mueve en función a cuan bien o mal le vaya al Mundo. Pero hace falta poner en práctica ideas más concretas que permitan salir de la pobreza sobretodo. Me parece que es vital trabajar mucho en educación, educación y más educación.
Jarabe de Palo
Tal vez sea el frío, o la deshidratación ante la sed de justicia, pero las defensas andan bajas, y los virus se están dejando sentir. Un amigo, ante el sufrimiento que le causa así vernos, nos ha mandado un buen jarabe para la tos. Durante cuatro décadas, este vecino ha concentrado sus esfuerzos precisamente en elaborar remedios – sobre todo contra la desigualdad - y a un precio menor: haciendo a todos igualmente pobres. Testamento de su éxito es que en su casa nadie muere de tos, y a cambio sus hijos solo debe renunciar a su libertad. Lastima que, siendo que nuestro amigo vive en una isla en el caribe, y no en las frígidas tierras andinas, no entiende que aquí tal vez el jarabe solo logre ocultar los síntomas, y que corremos el riesgo de contraer una pulmonía.
Hay que celebrar el que en este mundo del Señor, haya surgido una sociedad que puede declarar orgullosamente que logró forjar un espíritu de solidaridad revolucionario, que le permite ser de las pocas nación del mundo donde ni un solo niño duerme en la calle. Indudablemente, el comandante Castro, con mano firme y despiadada, ha logrado imponer el más noble de todos los incentivos, morir por la igualdad. De alguna manera, en su capacidad de sacrifico personal y el de toda una sociedad - Fidel resulta ser la versión latina del espíritu taliban. Pero era otro el entorno que permitió forjar tal milagro social, no el menor de ellos una Guerra Fría que fusionó las voluntades (con ayudita del paredón) en un proyecto digno de cantarle alabanzas.
Fidel ahora manda miles de doctores cubanos, con la mejor intención de brindarle al pueblo boliviano jarabe de palo. Nadie duda que sus intenciones son excelentes. Pero ¿qué pasa con la joven recién egresada del colegio? Veamos su situación: Debe elegir qué estudiar, y su vocación es servir a los demás. Sin embargo, si elige ser doctora, debe sacrificar 10 años de su vida a estudiar, para luego, tener una expectativa de un sueldo promedio de Bs. 1,200. Puede que ella no comulgue con el capitalismo salvaje, pero les aseguro que utilizará dos preceptos de mercado: el costo de oportunidad, y los incentivos. El primer concepto representa el monto que dejará de percibir durante 10 años por estudiar medicina, suponiendo que sus estudios no le cuesta un solo centavo. Si dejara de percibir Bs. 500 al mes, en 10 años esa estudiante habría renunciado a un ingreso de Bs. 60,000 (sin contar intereses). Una vez egresada, y a un sueldo de médico de Bs. 1,200 mensuales, le tomaría más de cuatro años recuperar el tiempo invertido.
Yo se que es frío y calculador ponerle precio al voto hipocrático y a las ganas de servir al pueblo, especialmente cuando una minoría de médicos ganan un montón. Peor aún cuando el virus que hoy nos agarra con las defensas bajas, es el virus del “no-incentivos”. Este virus empieza a desbaratar los incentivos para la inversión privada, porque el delírium tremens que ocasiona crea la entelequia que la seguridad jurídica – y la correspondiente inversión privada - es otra excusa para seguir oprimiendo al pueblo. Luego el virus atacará nuestros incentivos para sostener una democracia representativa, que según nuestro médico caribeño es otra excusa del imperialismo para someter a nuestra nación. Pero en total ignorancia de la consecuencia que tendrán al mediano plazo el crear desincentivos para quienes desean estudiar medicina, estamos hipotecando las siguientes generaciones de médicos. Quienes contemplan dicha profesión hoy – estupefactos – deben sentir que no solo les espera diez años de quemarse las pestañas, sino que deben hacerlo para ganar el sueldo de médico más bajo de Sudamérica, y para que encima les cambien las reglas de juego para poder ejercer su profesión. Parece ser que en la “patria grande” tendremos que tragarnos la medicina que acaba con toda garantía e incentivo para invertir en nuestros recursos humanos, ya que ellos - junto a la iniciativa individual - deberán dejar de ser la base sobre la cual se cimiente la salud y soberanía de nuestra nación.
Flavio R. Machicado Teran
Hay que celebrar el que en este mundo del Señor, haya surgido una sociedad que puede declarar orgullosamente que logró forjar un espíritu de solidaridad revolucionario, que le permite ser de las pocas nación del mundo donde ni un solo niño duerme en la calle. Indudablemente, el comandante Castro, con mano firme y despiadada, ha logrado imponer el más noble de todos los incentivos, morir por la igualdad. De alguna manera, en su capacidad de sacrifico personal y el de toda una sociedad - Fidel resulta ser la versión latina del espíritu taliban. Pero era otro el entorno que permitió forjar tal milagro social, no el menor de ellos una Guerra Fría que fusionó las voluntades (con ayudita del paredón) en un proyecto digno de cantarle alabanzas.
Fidel ahora manda miles de doctores cubanos, con la mejor intención de brindarle al pueblo boliviano jarabe de palo. Nadie duda que sus intenciones son excelentes. Pero ¿qué pasa con la joven recién egresada del colegio? Veamos su situación: Debe elegir qué estudiar, y su vocación es servir a los demás. Sin embargo, si elige ser doctora, debe sacrificar 10 años de su vida a estudiar, para luego, tener una expectativa de un sueldo promedio de Bs. 1,200. Puede que ella no comulgue con el capitalismo salvaje, pero les aseguro que utilizará dos preceptos de mercado: el costo de oportunidad, y los incentivos. El primer concepto representa el monto que dejará de percibir durante 10 años por estudiar medicina, suponiendo que sus estudios no le cuesta un solo centavo. Si dejara de percibir Bs. 500 al mes, en 10 años esa estudiante habría renunciado a un ingreso de Bs. 60,000 (sin contar intereses). Una vez egresada, y a un sueldo de médico de Bs. 1,200 mensuales, le tomaría más de cuatro años recuperar el tiempo invertido.
Yo se que es frío y calculador ponerle precio al voto hipocrático y a las ganas de servir al pueblo, especialmente cuando una minoría de médicos ganan un montón. Peor aún cuando el virus que hoy nos agarra con las defensas bajas, es el virus del “no-incentivos”. Este virus empieza a desbaratar los incentivos para la inversión privada, porque el delírium tremens que ocasiona crea la entelequia que la seguridad jurídica – y la correspondiente inversión privada - es otra excusa para seguir oprimiendo al pueblo. Luego el virus atacará nuestros incentivos para sostener una democracia representativa, que según nuestro médico caribeño es otra excusa del imperialismo para someter a nuestra nación. Pero en total ignorancia de la consecuencia que tendrán al mediano plazo el crear desincentivos para quienes desean estudiar medicina, estamos hipotecando las siguientes generaciones de médicos. Quienes contemplan dicha profesión hoy – estupefactos – deben sentir que no solo les espera diez años de quemarse las pestañas, sino que deben hacerlo para ganar el sueldo de médico más bajo de Sudamérica, y para que encima les cambien las reglas de juego para poder ejercer su profesión. Parece ser que en la “patria grande” tendremos que tragarnos la medicina que acaba con toda garantía e incentivo para invertir en nuestros recursos humanos, ya que ellos - junto a la iniciativa individual - deberán dejar de ser la base sobre la cual se cimiente la salud y soberanía de nuestra nación.
Flavio R. Machicado Teran
Tuesday, June 20, 2006
Desdolarización
Si bien el rumor de la supuesta desdolarización o también denominado “Corralito” fue un rumor simplemente y no fue una cadena de mails, aparentemente se transmitió rápidamente en Bolivia, porque hasta hoy siguen las repercusiones (El Deber).
Como decía en el post de ayer, con respecto al tipo de cambio el Gobierno no tiene nada que hacer al respecto y debemos escuchar lo que dice el Banco Central. Como era de esperarse hoy sacaron un comunicado (Comunicado BCB) donde se destaca en el párrafo final lo siguiente:
El Plan Nacional de Desarrollo, recientemente difundido por el Gobierno, ratifica el principio de independencia del BCB así como de sus atribuciones en materia monetaria y cambiaria, señalando explícitamente que el BCB continuará determinando el tipo de cambio. El Plan incorpora en sus estimaciones la preservación de la competitividad cambiaria, tasas de inflación decrecientes dentro del rango fijado por el BCB y mayor importancia de la moneda nacional en las operaciones financieras.
Por otro lado desde que asumió el Gobierno de Evo Morales siempre he escuchado que se iba a respetar la estabilidad macroeconómica, entendiéndose como estabilidad macroeconómica el mantener bajos la inflación y el déficit. Los datos a mayo de 2006 nos muestran una inflación mensual de 0.84% y acumulada de 4.43%, lo que esta dentro del rango establecido por la Política Monetaria que es de 3%-5%.
Con respecto al déficit fiscal solo se tienen datos a marzo de 2006 y en los tres primeros meses del año se registra un superávit global que en total asciende a 2.775,1 millones de Bs. Es importante tener en cuenta este dato pues no vaya a ser que el siguiente rumor sea que el Gobierno quiere poner a funcionar la maquinita de imprimir billetes para financiar su déficit con “señoriaje”, el superávit indica que los ingresos que esta recaudando superan a los egresos.
Entiendo porque este tipo de rumores se difunden rápidamente y causan miedo especialmente entre las personas que no son economistas, y es porque evidentemente este Gobierno no ha podido reducir la incertidumbre existente. El hablar excesivo que tiene nuestro Presidente en vez de ayudar perjudica. Esperemos que cuando pase la elección para Constituyentes cambie el discurso populista y en busca de votos por un discurso más serio y claro, aunque bueno pedir eso a los políticos es algo difícil de imaginar que sea realidad.
Estoy debiendo un post sobre el Plan de Desarrollo Nacional que hasta ahora no lo he podido conseguir, si alguien sabe de donde se lo puede bajar, se lo agradecería.
Como decía en el post de ayer, con respecto al tipo de cambio el Gobierno no tiene nada que hacer al respecto y debemos escuchar lo que dice el Banco Central. Como era de esperarse hoy sacaron un comunicado (Comunicado BCB) donde se destaca en el párrafo final lo siguiente:
El Plan Nacional de Desarrollo, recientemente difundido por el Gobierno, ratifica el principio de independencia del BCB así como de sus atribuciones en materia monetaria y cambiaria, señalando explícitamente que el BCB continuará determinando el tipo de cambio. El Plan incorpora en sus estimaciones la preservación de la competitividad cambiaria, tasas de inflación decrecientes dentro del rango fijado por el BCB y mayor importancia de la moneda nacional en las operaciones financieras.
Por otro lado desde que asumió el Gobierno de Evo Morales siempre he escuchado que se iba a respetar la estabilidad macroeconómica, entendiéndose como estabilidad macroeconómica el mantener bajos la inflación y el déficit. Los datos a mayo de 2006 nos muestran una inflación mensual de 0.84% y acumulada de 4.43%, lo que esta dentro del rango establecido por la Política Monetaria que es de 3%-5%.
Con respecto al déficit fiscal solo se tienen datos a marzo de 2006 y en los tres primeros meses del año se registra un superávit global que en total asciende a 2.775,1 millones de Bs. Es importante tener en cuenta este dato pues no vaya a ser que el siguiente rumor sea que el Gobierno quiere poner a funcionar la maquinita de imprimir billetes para financiar su déficit con “señoriaje”, el superávit indica que los ingresos que esta recaudando superan a los egresos.
Entiendo porque este tipo de rumores se difunden rápidamente y causan miedo especialmente entre las personas que no son economistas, y es porque evidentemente este Gobierno no ha podido reducir la incertidumbre existente. El hablar excesivo que tiene nuestro Presidente en vez de ayudar perjudica. Esperemos que cuando pase la elección para Constituyentes cambie el discurso populista y en busca de votos por un discurso más serio y claro, aunque bueno pedir eso a los políticos es algo difícil de imaginar que sea realidad.
Estoy debiendo un post sobre el Plan de Desarrollo Nacional que hasta ahora no lo he podido conseguir, si alguien sabe de donde se lo puede bajar, se lo agradecería.
Monday, June 19, 2006
Una broma de muy mal gusto
El viernes al leer el siempre interesante blog de Alvicho (Off Topic) me quede sorprendido con el rumor al que hacia referencia sobre una posible desdolarización. Al parecer se trataba de un mail que estaba circulando por el ciberespacio y que mas bien no me llego a mi porque a los remitentes (generalmente gente anónima) los hubiera mandado a cierta parte.
Más que un rumor, me parece una broma de muy mal gusto y la gente no se imagina del daño que esos chistesitos pueden ocasionar. No olvidemos que el sustento fundamental de una moneda es la credibilidad y por tanto chistesitos de ese tipo lo único que hacen es atentar contra la credibilidad y por ende contra todos nosotros.
Mas bien y eso es algo de lo que todos los bolivianos debemos estar orgullosos, el Banco Central (BCB) es una institución muy sólida, talvez la única que existe en Bolivia y que ha sido capaz de salir intacta ante crisis internacionales, cambios de presidentes, crisis sociales y rumores.
Digo que el Banco Central es una INSTITUCIÓN porque su estructura va más allá del ciclo político. Briegel Busch en uno de los comentarios expresa su preocupación por el nombramiento de un nuevo presidente del BCB y 4 miembros del directorio. No conozco personalmente al nuevo presidente, pero por su currículo parece ser un economista que sabe del manejo bancario. Conozco a uno de los nuevos directores y puedo asegurar que serán consecuentes con la política que ha venido siguiendo el BCB en los últimos años.
La desdolarización es algo necesario, pero como bien lo dice el anterior presidente del BCB, el Dr. Juan Antonio Morales (Morales 2003), este proceso tiene que ser voluntario. Es decir las personas voluntariamente tienen que dejar de usar los dólares, obviamente tienen que haber incentivos para que esto suceda. Un buen inicio ha sido el ITF (Impuesto a las Transacciones Financieras) que el gobierno lo quiere ratificar y me parece excelente. Pero se necesitan más incentivos (una buena idea para que piensen mis amigos bloggeros microeconomistas)
Finalmente en todos los períodicos (Los Tiempos, El Deber, El Diario) hay un artículo donde el ministro de Hacienda da un par de explicaciones más de porque es imposible que haya una desdolarización y comparto plenamente con él.
Así que a los que se preocupan por estos rumores les recomiendo escuchar que dice el Banco Central. El gobierno podrá modificar el sistema impositivo, el gasto público, hacer reformas en el sector real, pero en el campo monetario no tiene nada que hacer y dudo que lo haga. Si en algún momento el gobierno atenta contra la independencia del BCB, éste habrá firmado su carta de suicidio.
Más que un rumor, me parece una broma de muy mal gusto y la gente no se imagina del daño que esos chistesitos pueden ocasionar. No olvidemos que el sustento fundamental de una moneda es la credibilidad y por tanto chistesitos de ese tipo lo único que hacen es atentar contra la credibilidad y por ende contra todos nosotros.
Mas bien y eso es algo de lo que todos los bolivianos debemos estar orgullosos, el Banco Central (BCB) es una institución muy sólida, talvez la única que existe en Bolivia y que ha sido capaz de salir intacta ante crisis internacionales, cambios de presidentes, crisis sociales y rumores.
Digo que el Banco Central es una INSTITUCIÓN porque su estructura va más allá del ciclo político. Briegel Busch en uno de los comentarios expresa su preocupación por el nombramiento de un nuevo presidente del BCB y 4 miembros del directorio. No conozco personalmente al nuevo presidente, pero por su currículo parece ser un economista que sabe del manejo bancario. Conozco a uno de los nuevos directores y puedo asegurar que serán consecuentes con la política que ha venido siguiendo el BCB en los últimos años.
La desdolarización es algo necesario, pero como bien lo dice el anterior presidente del BCB, el Dr. Juan Antonio Morales (Morales 2003), este proceso tiene que ser voluntario. Es decir las personas voluntariamente tienen que dejar de usar los dólares, obviamente tienen que haber incentivos para que esto suceda. Un buen inicio ha sido el ITF (Impuesto a las Transacciones Financieras) que el gobierno lo quiere ratificar y me parece excelente. Pero se necesitan más incentivos (una buena idea para que piensen mis amigos bloggeros microeconomistas)
Finalmente en todos los períodicos (Los Tiempos, El Deber, El Diario) hay un artículo donde el ministro de Hacienda da un par de explicaciones más de porque es imposible que haya una desdolarización y comparto plenamente con él.
Así que a los que se preocupan por estos rumores les recomiendo escuchar que dice el Banco Central. El gobierno podrá modificar el sistema impositivo, el gasto público, hacer reformas en el sector real, pero en el campo monetario no tiene nada que hacer y dudo que lo haga. Si en algún momento el gobierno atenta contra la independencia del BCB, éste habrá firmado su carta de suicidio.
Tuesday, June 13, 2006
Evaluación ya!
En los últimos días se ha venido hablando bastante en la prensa sobre los médicos cubanos que han llegado a Bolivia. Por un lado un sector de la población y el gobierno los apoya rotundamente porque están cumpliendo una labor humanitaria y por otro lado los médicos bolivianos los rechazan porque atienden de manera gratuita y además están quitando trabajo a médicos bolivianos.
En mi mente de economista y persona humanitaria he querido ubicar a estos médicos en un contexto que me permita ver las ventajas y desventajas de la presencia de los mismos desde un punto de vista de la oferta de salud en Bolivia. Es difícil hacerlo, pues en estos temas de economía de la salud no hay mucho consenso con respecto a como debería intervenir el Estado en un mercado tan delicado como este. En Cuba donde la salud es completamente gratuita o subvencionada por el Estado pienso que no habría problemas, pero en Bolivia donde el sistema es mixto, no me queda claro donde esta afectando la presencia de los médicos cubanos, a los médicos del sector público.
Lo que pienso que esta sucediendo es que no existe una información clara sobre si estos “médicos” cubanos son realmente médicos o simplemente practicantes. Creo que eso es importante aclarar, pues no es lo mismo un cirujano que lleva años de cirugías practicadas que un practicante que recién se esta iniciando. Y por ende entiendo que si el gobierno cuenta con cubanos practicantes (según conversaciones con amigos médicos) a los que no les tiene que pagar nada, es lógico que a los médicos bolivianos los coloque en un mismo conjunto con estos practicantes y por ende les pague bajos salarios. Un ejemplo típico de cómo el Estado puede distorsionar un mercado gravemente. Creo que lo más lógico seria que el estado subvencione la demanda y no la oferta.
Pero no quiero abocarme al tema de la oferta y la demanda de salud, sino al tema de como debemos ver a estos médicos. Supongamos que son practicantes, ¿que tanto ha afectado a la competencia con los practicantes bolivianos? Por lo que he visto son pocos los médicos que realizan el denominado año de provincia, por tanto me atrevería a pensar que estos practicantes cubanos están cubriendo un nicho de mercado que no era cubierto por los practicantes bolivianos. Desde ese punto de vista creo que la presencia de estos extranjeros debería ser buena.
Luego suponiendo que estos médicos cubanos solo cubren el área rural y se dedican a labores médicas solamente, sería interesante verlos como un Programa. Es decir como algo que tenga un diseño, un periodo de implementación y una evaluación. En Bolivia no estamos acostumbrados a esto, pero es lo que se hace hoy en casi todo el mundo y es hora de empezar a hacerlo. En ese sentido es necesario contar con estadísticas que nos permitan evaluar la labor de estos médicos con respecto a numero de pacientes, enfermedades atendidas, numero de curados, etc. Evidentemente es costoso hacer estas evaluaciones, pero estoy seguro que todos los organismos multilaterales de ayuda estarían felices de colaborar en este tipo de cosas, pues lo hacen en otros países y también con programas más pequeños. Por otro lado si al gobierno no le cuesta nada traer a estos médicos y además vamos a tener importantes ingresos por la denominada nacionalización, creo que se podría invertir en evaluar programas de salud que harta necesidad tienen.
Todo esto digo porque así tendríamos una visión precisa de lo que significa la presencia de estos cubanos en Bolivia. Jonathan en su post Super-Medicos del blog Business and Politics in Bolivia nos da un claro ejemplo de que lo que nos cuenta la prensa carece totalmente de fundamentos y con simples sumas y restas podemos ver que se esta engañando tremendamente con respecto a los logros que los médicos cubanos están teniendo en Bolivia. No niego que seguramente se han hecho curaciones importantes y el gobierno no tardara en sacar un spot mostrando a los beneficiados por esto médicos (obviamente pro constituyente), pero cual es el verdadero impacto y si este es permanente, será difícil saber si es que no comenzamos evaluar lo que hacemos.
En mi mente de economista y persona humanitaria he querido ubicar a estos médicos en un contexto que me permita ver las ventajas y desventajas de la presencia de los mismos desde un punto de vista de la oferta de salud en Bolivia. Es difícil hacerlo, pues en estos temas de economía de la salud no hay mucho consenso con respecto a como debería intervenir el Estado en un mercado tan delicado como este. En Cuba donde la salud es completamente gratuita o subvencionada por el Estado pienso que no habría problemas, pero en Bolivia donde el sistema es mixto, no me queda claro donde esta afectando la presencia de los médicos cubanos, a los médicos del sector público.
Lo que pienso que esta sucediendo es que no existe una información clara sobre si estos “médicos” cubanos son realmente médicos o simplemente practicantes. Creo que eso es importante aclarar, pues no es lo mismo un cirujano que lleva años de cirugías practicadas que un practicante que recién se esta iniciando. Y por ende entiendo que si el gobierno cuenta con cubanos practicantes (según conversaciones con amigos médicos) a los que no les tiene que pagar nada, es lógico que a los médicos bolivianos los coloque en un mismo conjunto con estos practicantes y por ende les pague bajos salarios. Un ejemplo típico de cómo el Estado puede distorsionar un mercado gravemente. Creo que lo más lógico seria que el estado subvencione la demanda y no la oferta.
Pero no quiero abocarme al tema de la oferta y la demanda de salud, sino al tema de como debemos ver a estos médicos. Supongamos que son practicantes, ¿que tanto ha afectado a la competencia con los practicantes bolivianos? Por lo que he visto son pocos los médicos que realizan el denominado año de provincia, por tanto me atrevería a pensar que estos practicantes cubanos están cubriendo un nicho de mercado que no era cubierto por los practicantes bolivianos. Desde ese punto de vista creo que la presencia de estos extranjeros debería ser buena.
Luego suponiendo que estos médicos cubanos solo cubren el área rural y se dedican a labores médicas solamente, sería interesante verlos como un Programa. Es decir como algo que tenga un diseño, un periodo de implementación y una evaluación. En Bolivia no estamos acostumbrados a esto, pero es lo que se hace hoy en casi todo el mundo y es hora de empezar a hacerlo. En ese sentido es necesario contar con estadísticas que nos permitan evaluar la labor de estos médicos con respecto a numero de pacientes, enfermedades atendidas, numero de curados, etc. Evidentemente es costoso hacer estas evaluaciones, pero estoy seguro que todos los organismos multilaterales de ayuda estarían felices de colaborar en este tipo de cosas, pues lo hacen en otros países y también con programas más pequeños. Por otro lado si al gobierno no le cuesta nada traer a estos médicos y además vamos a tener importantes ingresos por la denominada nacionalización, creo que se podría invertir en evaluar programas de salud que harta necesidad tienen.
Todo esto digo porque así tendríamos una visión precisa de lo que significa la presencia de estos cubanos en Bolivia. Jonathan en su post Super-Medicos del blog Business and Politics in Bolivia nos da un claro ejemplo de que lo que nos cuenta la prensa carece totalmente de fundamentos y con simples sumas y restas podemos ver que se esta engañando tremendamente con respecto a los logros que los médicos cubanos están teniendo en Bolivia. No niego que seguramente se han hecho curaciones importantes y el gobierno no tardara en sacar un spot mostrando a los beneficiados por esto médicos (obviamente pro constituyente), pero cual es el verdadero impacto y si este es permanente, será difícil saber si es que no comenzamos evaluar lo que hacemos.
En Río Revuelto se Concentra el Poder
Odio las verdades absolutas, particularmente cuando se manifiestan con tanta vehemencia que me obligan a aceptarlas. Una de estas verdades es que, sin importar cuál sea el objetivo que se proponga un ser humano, su capacidad de alcanzarlo es directamente proporcional a los resultados que se observan. Si plantamos soya, no hay mejor incentivo que ver como brotan los primeros tallos, si queremos perder peso, el mejor aliciente para continuar con la rutina de ejercicio es comprobar que el pantalón ha dejado de apretar, y si se trata de cuidar el corazoncito, ayuda a alejarse de los chicharrones comprobar que han bajado nuestros índices de colesterol. Por el contrario, nada ayuda a actuar en contra de nuestro propio interés que sentir que no se ha avanzado un solo milímetro. La frustración que ocasiona no percibir una gradual mejora es el camino más rápido a una conducta improductiva e irracional, que convierte al optimismo inicial en nuestro peor enemigo.
Como nación debemos ser optimistas de que se avanza hacia mayor justicia, libertad, e igualdad, hacia mayor riqueza, y su mejor distribución. Pero irónicamente el gobierno depende de que la gente entienda que las cosas van mal, muy mal. El pesimismo, la actitud sombría y triste con la que parece ser se pretende arengar los fuegos de la discordia y resentimiento étnico-clasista tal vez sirvan para movilizar el voto, y para perpetuarse en el poder. Sin embargo, el siempre ver el lado negativo, el no ver ningún avance y desarrollo en nuestras instituciones y marco político-social, el alimentar el racismo y la sed de venganza, el pretender que la justicia ahora requiere de una reivindicación basada en ojo-por-ojo, tan solo puede hacernos un país de ciegos.
Lo que se pierde entre tanta demagogia, es que la más antigua estructura de poder, la que se instituyó hace más de 500 años durante el imperio incaico, era un régimen déspota, que esclavizo a los pueblos aymaras, quienes en 1470 intentaron liberarse del yugo centralista, pero fueron sometidos por el emperador Inca Huayna Cápac. Según Wilson García, “Durante la expansión incaica que suponía la conquista quechua desde el Cuzco sobre los pueblos aymaras del Collasuyo, los estadistas incas emprendieron un proceso masivo de desplazamientos poblacionales conocidos como "mitimaes", cuya finalidad era reemplazar las poblaciones rebeldes aymaras con habitantes leales al dios quechua Inti, "relocalizando" grandes masas en todo el imperio para garantizar esa emergente hegemonía quechuística sustentada sobre una intensificación de la producción agrícola en esta zona”.
El que el Impero Inca haya sido igual o más esclavizante que el Imperio Español, no es una justificación, y las injusticias fueron igualmente barbáricas. En los últimos 50 años, sin embargo, se ha progresado, aunque lentamente, en la difícil tarea de avanzar la justicia social. Aún queda muchísimo por recorrer, pero las reivindicaciones democráticas de los últimos 24 años no pueden ser menospreciadas ni devaluadas. La elecciones pasadas dieron el 53% de los votos al primer presidente indígena de continente, sin embargo la actitud oficialista parece dejar entrever que la Corte Nacional orquestó un fraude magistral en su contra. Luego se convence que hace 500 años nuestros antepasados tenía una expectativa de 200 años de vida. Entonces, si somos menos democráticos que antes, y nuestra calidad de vida ha desmejorado tanto, según la mentalidad totalitaria que pretende afincarse el poder, la solución seguramente será una dictadura del pueblo, una expiación con sangre de nuestros pecados, y un centralismo político que enmiende ancestrales injusticias. Yo veo el vaso medio lleno, veo que hoy somos más libres, que el pueblo tiene más poder que nunca, y que tenemos una gran oportunidad de avanzar nuestro desarrollo nacional. Pero esa si que no es una verdad absoluta, y como van las cosas, existe el peligro que incluso deje de ser verdad.
Flavio R. Machicado Teran
Como nación debemos ser optimistas de que se avanza hacia mayor justicia, libertad, e igualdad, hacia mayor riqueza, y su mejor distribución. Pero irónicamente el gobierno depende de que la gente entienda que las cosas van mal, muy mal. El pesimismo, la actitud sombría y triste con la que parece ser se pretende arengar los fuegos de la discordia y resentimiento étnico-clasista tal vez sirvan para movilizar el voto, y para perpetuarse en el poder. Sin embargo, el siempre ver el lado negativo, el no ver ningún avance y desarrollo en nuestras instituciones y marco político-social, el alimentar el racismo y la sed de venganza, el pretender que la justicia ahora requiere de una reivindicación basada en ojo-por-ojo, tan solo puede hacernos un país de ciegos.
Lo que se pierde entre tanta demagogia, es que la más antigua estructura de poder, la que se instituyó hace más de 500 años durante el imperio incaico, era un régimen déspota, que esclavizo a los pueblos aymaras, quienes en 1470 intentaron liberarse del yugo centralista, pero fueron sometidos por el emperador Inca Huayna Cápac. Según Wilson García, “Durante la expansión incaica que suponía la conquista quechua desde el Cuzco sobre los pueblos aymaras del Collasuyo, los estadistas incas emprendieron un proceso masivo de desplazamientos poblacionales conocidos como "mitimaes", cuya finalidad era reemplazar las poblaciones rebeldes aymaras con habitantes leales al dios quechua Inti, "relocalizando" grandes masas en todo el imperio para garantizar esa emergente hegemonía quechuística sustentada sobre una intensificación de la producción agrícola en esta zona”.
El que el Impero Inca haya sido igual o más esclavizante que el Imperio Español, no es una justificación, y las injusticias fueron igualmente barbáricas. En los últimos 50 años, sin embargo, se ha progresado, aunque lentamente, en la difícil tarea de avanzar la justicia social. Aún queda muchísimo por recorrer, pero las reivindicaciones democráticas de los últimos 24 años no pueden ser menospreciadas ni devaluadas. La elecciones pasadas dieron el 53% de los votos al primer presidente indígena de continente, sin embargo la actitud oficialista parece dejar entrever que la Corte Nacional orquestó un fraude magistral en su contra. Luego se convence que hace 500 años nuestros antepasados tenía una expectativa de 200 años de vida. Entonces, si somos menos democráticos que antes, y nuestra calidad de vida ha desmejorado tanto, según la mentalidad totalitaria que pretende afincarse el poder, la solución seguramente será una dictadura del pueblo, una expiación con sangre de nuestros pecados, y un centralismo político que enmiende ancestrales injusticias. Yo veo el vaso medio lleno, veo que hoy somos más libres, que el pueblo tiene más poder que nunca, y que tenemos una gran oportunidad de avanzar nuestro desarrollo nacional. Pero esa si que no es una verdad absoluta, y como van las cosas, existe el peligro que incluso deje de ser verdad.
Flavio R. Machicado Teran
Saturday, June 10, 2006
Noticias Económicas
Esta semana que concluye no hubo noticias muy relevantes como para dedicarle un post entero, pero quisiera comentar algunas noticias económicas y señales que me hacen pensar con optimismo que no estamos en camino a convertirnos en una Cuba como lo señala Off Topic (The Future of Bolivia under Evo) en un anterior post.
Me parece que una señal importante ha sido la definición con respecto al tema del Mutún. Cuando todos hablaban de una nacionalización de las minas o de una participación venezolana en este yacimiento, el haber otorgado la concesión del Mutun a una empresa indu da una señal positiva con respecto a la inversión extranjera. Obviamente falta todavía que el Congreso apruebe el contrato, pero espero que no haya ningún inconveniente.
Otra señal importante ha sido de nuevo el manejo del tema del LAB, en el cual otra vez el gobierno no se ha inmiscuido en nada y en una declaración incluso el gobierno solicito que como toda empresa privada, sean ejecutivos y trabajadores los que solucionen sus problemas. Es importante que esto siga así a fin de comenzar a eliminar esa imagen de Estado paternalista que siempre ha tenido el Estado. Aunque los discursos de algunas autoridades y en especial de nuestro presidente no ayudan mucho a esto, pero hay una señal buena.
Una señal negativa me parece que es el hablar de un programa de gobierno en el área económica y seguir con ese discurso de cambiar el modelo neoliberal. Nadie sabe a que se refieren con cambiar el modelo neoliberal, si es derogar el 21060, eliminar las superintendencias, crea el banco de desarrollo. En fin aparentemente nada nuevo se vislumbra con respecto a anteriores planes de gobierno y pero aun nadie habla de lo que más necesita nuestro país que son instituciones económicas sólidas que vayan más allá del ámbito político. Un plan basado en instituciones si seria un verdadero plan económico.
Finalmente un tema recurrente y que es realmente una vergüenza para nuestro país es el tema de los autos chutos o la tal nacionalización de autos. No entiendo como no se dan cuenta las autoridades que son verdaderas bandas organizadas las que manejan este negocio. La mayoría de los tales autos chutos son autos robados en países vecinos o chatarras reacondicionadas. Es mucho dinero el que se mueve entre estas bandas que operan internacionalmente. Por ende nacionalizarlos es apoyar un negocio ilícito y en el que Bolivia queda como país que acoge a ladrones. En un artículo de la prensa dice que el la 12va vez que se hace esto. Cuantas mas van a haber?
Me parece que una señal importante ha sido la definición con respecto al tema del Mutún. Cuando todos hablaban de una nacionalización de las minas o de una participación venezolana en este yacimiento, el haber otorgado la concesión del Mutun a una empresa indu da una señal positiva con respecto a la inversión extranjera. Obviamente falta todavía que el Congreso apruebe el contrato, pero espero que no haya ningún inconveniente.
Otra señal importante ha sido de nuevo el manejo del tema del LAB, en el cual otra vez el gobierno no se ha inmiscuido en nada y en una declaración incluso el gobierno solicito que como toda empresa privada, sean ejecutivos y trabajadores los que solucionen sus problemas. Es importante que esto siga así a fin de comenzar a eliminar esa imagen de Estado paternalista que siempre ha tenido el Estado. Aunque los discursos de algunas autoridades y en especial de nuestro presidente no ayudan mucho a esto, pero hay una señal buena.
Una señal negativa me parece que es el hablar de un programa de gobierno en el área económica y seguir con ese discurso de cambiar el modelo neoliberal. Nadie sabe a que se refieren con cambiar el modelo neoliberal, si es derogar el 21060, eliminar las superintendencias, crea el banco de desarrollo. En fin aparentemente nada nuevo se vislumbra con respecto a anteriores planes de gobierno y pero aun nadie habla de lo que más necesita nuestro país que son instituciones económicas sólidas que vayan más allá del ámbito político. Un plan basado en instituciones si seria un verdadero plan económico.
Finalmente un tema recurrente y que es realmente una vergüenza para nuestro país es el tema de los autos chutos o la tal nacionalización de autos. No entiendo como no se dan cuenta las autoridades que son verdaderas bandas organizadas las que manejan este negocio. La mayoría de los tales autos chutos son autos robados en países vecinos o chatarras reacondicionadas. Es mucho dinero el que se mueve entre estas bandas que operan internacionalmente. Por ende nacionalizarlos es apoyar un negocio ilícito y en el que Bolivia queda como país que acoge a ladrones. En un artículo de la prensa dice que el la 12va vez que se hace esto. Cuantas mas van a haber?
Dependientes estamos, pero, ¿así somos?
¡Las bondades de vivir en el hogar! La madre cocina, y el padre paga los estudios. Si nos enfermamos, no solo hay sopita de pollo, sino que los remedios mágicamente se materializan, y para nuestra suerte, papi tiene un gran amigo que es médico. Y si somos una carga económica y mermamos los ahorros de retiro de los viejos, es el precio del amor. La idea es que, una vez que nos graduemos, y por fin tengamos un trabajo decente, podamos ayudarlos cuando ellos no puedan producir como ayer. Pero no hay prisa, porque como vivimos en la casa que heredamos del abuelo, ni siquiera pagamos alquiler. En fin, las cosas podían ser peores y, en nuestra austeridad, vivimos no más bien.
No sería justo reducir el discurso político del paternalismo del Estado a la novela anterior. Al igual que los jóvenes requieren de la subvención paternalista, porque aún no tienen la capacidad y recursos para ser independientes, hay grupos sociales que son dependientes - no porque quieren – sino porque sufrieron injusticias estructurales e históricas, y que ameritan que ahora el Estado, en representación de la sociedad, los rectifique. Es el caso de la población afroamericana en los EEUU, que fue esclavizada, sometida a un régimen barbárico que no les permitía aprender a leer, o siquiera mantener sus raíces culturales o su idioma. A consecuencia de ello, se instituyó lo que se denomina “acción afirmativa”, una política de cuotas que intenta enmendar estas injusticias al brindar a afroamericanos, y otros grupos discriminados, condiciones especiales para que ingresen a universidades y ocupen puestos de trabajo. Pero eso no tienen nada que ver con Bolivia. Es otra realidad, otra historia, una tragedia de otros, de la cual – aunque tenemos mucho que aprender - no hay mucho que imitar.
Si acaso existió “acción afirmativa” en Bolivia, fue para unos pocos, para los menos necesitados. Ellos se beneficiaron del Estado, y el Estado fue paternalista especialmente con la oligarquía política nacional. Ahora, que las cartas se invierten, parece que la consigna es que el Estado debe ser mamadera, no de unos cuantos, sino de toda la sociedad. Y quienes ven algún peligro en esto, debe ser porque son unos lacayos de la oligarquía, de los que se gastaron los ahorros de papá y mamá, los que usurparon recursos de la colectividad, y que nunca le devolvieron nada más que deudas y racismo. Pero, ¿quiere decir eso que el problema no es depender del Estado, sino quiénes dependen? Y si uno supone que el Estado no puede, ni debe, inmiscuirse en todos los aspectos de la sociedad, entonces, ¿es uno un oligarca, derechista y ladrón? A eso ha llegado el discurso político. A un reduccionismo demagógico realmente alarmante.
Parece haber consenso que el recurso más valioso es el recurso humano. Sin embargo, parece también que el proyecto nacional es hacer de este recurso, un recurso subordinado al Estado, y a las iniciativas que pueda en su nombre el gobierno asumir. Puede ser que somos tan jóvenes, tan dependientes e inmaduros, que necesitamos que nuestros padres resuelvan nuestras necesidades y decidan por nosotros. ¿Pero es ese el ideal de sociedad que queremos perpetuar? El proceso evolutivo requiere de flexibilidad y adaptabilidad a condiciones cambiantes. Si actualmente vivimos una época que – en nombre de crear condiciones – requiere de una mayor participación del Estado, conceptualmente no tengo nada en contra. El problemas es que quienes han tenido el poder, sean de izquierda o derecha, siempre han intentado utilizado el poder del Estado para imponer su manera de entender el mundo. Eso no es un problema de clase social, o de ideología, es un problema de “naturaleza humana”, o mejor dicho, de nuestra naturaleza “tribal”.
El centralismo político no solo es ineficiente, sino que concentra el poder, y el poder tiende a perpetuarse y corromper, al margen de quienes lo tengan. La planeación estatista tal vez sea – por el momento - un mal necesario, pero no es el ideal. Como indica Stossel, “La planeación central de arriba abajo nunca es tan efectiva como individuos libres tomando sus propias decisiones, porque individuos libres se adaptarán a la realidad cada segundo, pero los planificadores centrales solo pueden adaptarse cuando pueden juntar suficientes votos”. Pero si se impone el centralismo estatista como una “verdad absoluta” que no puede ser criticada – por lo menos no sin “traicionar” a la patria y a la revolución - ello afectará la capacidad de cambiar de dirección y estrategia el día que sea necesario. Es decir, si se llegará a triunfar en el imperativo de imponer una rigidez ideológica, la capacidad de adaptarse a nuevas circunstancias, y nuestra capacidad productiva como sociedad, será la que sufre.
Soy de la convicción que “evolucionar” como sociedad es depender cada vez menos del Estado, y transformar nuestra subordinación en cada vez mayor autonomía social. Eso tal vez me haga un anarquista, pero les aseguro que no me hace un lacayo de la oligarquía. Pero el gobierno asume que si se critican sus políticas o ideología, entonces necesariamente se defiende una posición de clase. En lo personal, no defiendo una clase social, pues soy tan “cholo” que ni siquiera amigos tengo en esta sociedad, y mucho menos soy parte de la corrupta partidocracia tradicional. Pero quienes critican el estatismo centralizado – según la lógica del Presidente Morales – deben necesariamente formar parte de quienes defienden viejas causas y viejas estructuras de poder.
La ironía es que la nueva estructura de poder que se vislumbra son las autonomías departamentales. Ante estas autonomías, ¿en qué queda la autonomía de la sociedad civil? Los problemas locales no pueden resolverse en la Plaza Murillo, y son los individuos que sufren limitaciones, quienes están mejor capacitados para brindarles solución. Habiendo dicho eso, tal vez– por ahora – el Estado deba ser protagonista en el proceso de crear condiciones de desarrollo. Pero ese no es el ideal, ni es una política que deba perpetuarse. Por ende, la nueva Constitución Política del Estado debe reflejar la supremacía de la sociedad, como la base y fundamento de la riqueza nacional, riqueza que yace en la soberanía del individuo, en su capacidad productiva y de innovación, que tan solo puede perfeccionarse cuando ese individuo es cada vez más autónomo de los poderes del Estado.
Flavio R. Machicado Teran
No sería justo reducir el discurso político del paternalismo del Estado a la novela anterior. Al igual que los jóvenes requieren de la subvención paternalista, porque aún no tienen la capacidad y recursos para ser independientes, hay grupos sociales que son dependientes - no porque quieren – sino porque sufrieron injusticias estructurales e históricas, y que ameritan que ahora el Estado, en representación de la sociedad, los rectifique. Es el caso de la población afroamericana en los EEUU, que fue esclavizada, sometida a un régimen barbárico que no les permitía aprender a leer, o siquiera mantener sus raíces culturales o su idioma. A consecuencia de ello, se instituyó lo que se denomina “acción afirmativa”, una política de cuotas que intenta enmendar estas injusticias al brindar a afroamericanos, y otros grupos discriminados, condiciones especiales para que ingresen a universidades y ocupen puestos de trabajo. Pero eso no tienen nada que ver con Bolivia. Es otra realidad, otra historia, una tragedia de otros, de la cual – aunque tenemos mucho que aprender - no hay mucho que imitar.
Si acaso existió “acción afirmativa” en Bolivia, fue para unos pocos, para los menos necesitados. Ellos se beneficiaron del Estado, y el Estado fue paternalista especialmente con la oligarquía política nacional. Ahora, que las cartas se invierten, parece que la consigna es que el Estado debe ser mamadera, no de unos cuantos, sino de toda la sociedad. Y quienes ven algún peligro en esto, debe ser porque son unos lacayos de la oligarquía, de los que se gastaron los ahorros de papá y mamá, los que usurparon recursos de la colectividad, y que nunca le devolvieron nada más que deudas y racismo. Pero, ¿quiere decir eso que el problema no es depender del Estado, sino quiénes dependen? Y si uno supone que el Estado no puede, ni debe, inmiscuirse en todos los aspectos de la sociedad, entonces, ¿es uno un oligarca, derechista y ladrón? A eso ha llegado el discurso político. A un reduccionismo demagógico realmente alarmante.
Parece haber consenso que el recurso más valioso es el recurso humano. Sin embargo, parece también que el proyecto nacional es hacer de este recurso, un recurso subordinado al Estado, y a las iniciativas que pueda en su nombre el gobierno asumir. Puede ser que somos tan jóvenes, tan dependientes e inmaduros, que necesitamos que nuestros padres resuelvan nuestras necesidades y decidan por nosotros. ¿Pero es ese el ideal de sociedad que queremos perpetuar? El proceso evolutivo requiere de flexibilidad y adaptabilidad a condiciones cambiantes. Si actualmente vivimos una época que – en nombre de crear condiciones – requiere de una mayor participación del Estado, conceptualmente no tengo nada en contra. El problemas es que quienes han tenido el poder, sean de izquierda o derecha, siempre han intentado utilizado el poder del Estado para imponer su manera de entender el mundo. Eso no es un problema de clase social, o de ideología, es un problema de “naturaleza humana”, o mejor dicho, de nuestra naturaleza “tribal”.
El centralismo político no solo es ineficiente, sino que concentra el poder, y el poder tiende a perpetuarse y corromper, al margen de quienes lo tengan. La planeación estatista tal vez sea – por el momento - un mal necesario, pero no es el ideal. Como indica Stossel, “La planeación central de arriba abajo nunca es tan efectiva como individuos libres tomando sus propias decisiones, porque individuos libres se adaptarán a la realidad cada segundo, pero los planificadores centrales solo pueden adaptarse cuando pueden juntar suficientes votos”. Pero si se impone el centralismo estatista como una “verdad absoluta” que no puede ser criticada – por lo menos no sin “traicionar” a la patria y a la revolución - ello afectará la capacidad de cambiar de dirección y estrategia el día que sea necesario. Es decir, si se llegará a triunfar en el imperativo de imponer una rigidez ideológica, la capacidad de adaptarse a nuevas circunstancias, y nuestra capacidad productiva como sociedad, será la que sufre.
Soy de la convicción que “evolucionar” como sociedad es depender cada vez menos del Estado, y transformar nuestra subordinación en cada vez mayor autonomía social. Eso tal vez me haga un anarquista, pero les aseguro que no me hace un lacayo de la oligarquía. Pero el gobierno asume que si se critican sus políticas o ideología, entonces necesariamente se defiende una posición de clase. En lo personal, no defiendo una clase social, pues soy tan “cholo” que ni siquiera amigos tengo en esta sociedad, y mucho menos soy parte de la corrupta partidocracia tradicional. Pero quienes critican el estatismo centralizado – según la lógica del Presidente Morales – deben necesariamente formar parte de quienes defienden viejas causas y viejas estructuras de poder.
La ironía es que la nueva estructura de poder que se vislumbra son las autonomías departamentales. Ante estas autonomías, ¿en qué queda la autonomía de la sociedad civil? Los problemas locales no pueden resolverse en la Plaza Murillo, y son los individuos que sufren limitaciones, quienes están mejor capacitados para brindarles solución. Habiendo dicho eso, tal vez– por ahora – el Estado deba ser protagonista en el proceso de crear condiciones de desarrollo. Pero ese no es el ideal, ni es una política que deba perpetuarse. Por ende, la nueva Constitución Política del Estado debe reflejar la supremacía de la sociedad, como la base y fundamento de la riqueza nacional, riqueza que yace en la soberanía del individuo, en su capacidad productiva y de innovación, que tan solo puede perfeccionarse cuando ese individuo es cada vez más autónomo de los poderes del Estado.
Flavio R. Machicado Teran
Subscribe to:
Posts (Atom)