En un mundo cuyo devenir oculta hasta el último instante el próximo desenlace, lo que se mantiene constante es la incertidumbre. Es reconfortante, por lo tanto, sentir, auque sea por un instante, que podemos descifrar el acertijo de la vida. Una de las pocas oportunidades, se nos presenta cuando algo nos revela la intención con la cual nos busca, o busca un objetivo, el otro. Pero la honestidad, o mejor dicho la transparencia de intenciones, no es moneda con la cual se compran las cosas en el mundo real y, por ende, deambulamos entre las sombras de la hipocresía y falsedad. Cuando lo que el otro busca, o quiere, es translucido, esa limpidez nos brinda un refugio momentáneo de este mundo incierto y egoísta. Tal vez por eso sea que se siente tan bien el amor.
En el Perú, un diputado gana 7,000 dólares mensuales, libres de impuestos, y por lo tanto no es difícil adivinar por qué están dispuestos a pintarse el cuerpo, bailar en programas de concursos televisivos, o repartir banana en pos mayor conciencia del problema de desnutrición. Todos están dispuestos a sacrificar su tiempo y brindar su mejor esfuerzo, con tal de ganar un holgado sueldo. Si ese diputado luego resuelve el problema de la pobreza, de la injusticia, o de la corrupción, ¡tanto mejor! No somos nadie para cuestionar la estructura de incentivos que nuestra hermana republica del Perú ha elegido para sus Padres de la Patria, y debemos respetar que establezcan tan lucrativo aliciente para el patriotismo. En todo caso, por 7,000 dólares, creo que tendrían que por lo menos rajarse intentando resolver los problemas que aquejan a su nación.
En Bolivia este ejercicio de entrever intenciones puede comprobar ser un poco más difícil, tal vez por culpa de cada uno de nosotros, que preferimos ver con muchísima atención cual es la bandera que alguien iza, que escuchar lo que tiene que decir. Es tanto el esfuerzo que invertimos en entender la superficie de las cosas, que el contenido - por supuesto - se nos tienen que escapar. Pero los tiempos son apremiantes, y la premura por llegar hacia a un objetivo, tal vez está empañando la manera cómo hemos de llegar. Así que espero, por el bien de todos, que estas elecciones para Constituyente prestemos un poco de atención al mensaje, y sobre todo a su ausencia, para descifrar mejor nuestras propias prioridades. No sabemos qué estamos creando, solo sabemos que queremos aferrarnos a la capacidad de crear. Quien elijamos éste julio, le estaremos delegando esa capacidad de crear, y esta persona tendrá la potestad de sentar las bases del desarrollo y justicia para las próximas generaciones, por lo que deberíamos prestar mucha atención, para tener la capacidad de descifrar, en medio de las posturas, cuales son sus objetivos. Recordemos que no solo por la plata baila el delegado, también baila por un proyecto cuyo único objetivo es afincarse permanentemente en el poder.
Flavio R. Machicado Teran
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1 comment:
Como es Guccio!
Felicidades por el blog que has empezado, esta bueno. A ver si me mandas tu mail pa que nos mantengamos en contacto.
un abrazo, bye
alvicho
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