Ya hace varios posts que vengo criticando algo que yo creo que es el principal problema que tenemos los bolivianos y es la falta de valoración de nuestro capital humano, y cuando hablo de capital humano no me refiero a las personas que tienen algún nivel de formación, como muchas veces se confunde, sino mas bien de absolutamente todas las personas, pues todos los bolivianos tienen alguna capacidad o talento.
Concretamente me refiero a Carlos Mamani que se encuentra atrapado junto a otros 32 mineros en la mina San José en Chile. Primeramente hay que dar gracias a Dios porque él y los otros mineros fueron hallados con vida después de 17 días de estar desaparecidos a más de 700 metros en la tierra. Realmente es una hazaña lo que se ha logrado y una verdadera muestra de heroísmo por haber aguantado tantos días bajo la tierra sin tener comunicación hacia afuera, pues todavía estarán por varios meses ahí abajo.
Pero lo que si me causa indignación es que Bolivia o el Estado Plurinacional recién se haya hecho presente cuando se supo que los mineros estaban con vida. Recién ayer el cónsul boliviano llevo la bandera boliviana (ver noticia). Mientras no se sabía nada, parecía como que a nadie le importaba que un boliviano este desparecido. Podría entender que a los chilenos no les importe, aunque si les importó, pero que al gobierno de Bolivia no le importe me parece una barbaridad. No quiero pensar que esto fue porque nuestro compatriota apellidaba Mamani, quizás si hubiera tenido un apellido extranjero como Morales, Linera o Llorenti si les hubiera importado, pero aun así esto es una muestra más de lo poco que se valora a los bolivianos, vivan ellos adentro o fuera del país.
Ojala que cuando nuestro compatriota salga a la superficie se le rinda un homenaje en Bolivia como héroe que es y que sirva de ejemplo además de cuan riesgoso puede ser el trabajo en la mina cuando no se cumplen las mínimas condiciones de seguridad. Estoy seguro que en Bolivia, en muchas minas no se cumplen estas condiciones y los trabajadores mineros, especialmente los cooperativistas, trabajan en constante peligro.
Al igual que Chile, Bolivia es un país minero y lo mínimo que podemos hacer por nuestros compatriotas es garantizarles adecuadas condiciones de trabajo, pues ellos son el sustento de esta economía.
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