Como yo me lo esperaba y muchos habían predicho, efectivamente en marzo se comenzó a percibir los primeros indicios de la crisis económica en Bolivia. Evidentemente no es una crisis financiera, pues los indicadores del sistema financiero se mantienen estables y sorpresivamente las Reservas Internacionales siguen creciendo, lo que no deja de ser un misterio.
De todas maneras era previsible que los efectos no iban venir por el lado financiero sino más bien por el lado real de la economía. El dato más preocupante es el del CEDLA que nos muestra que ya a fines del año pasado el desempleo en Bolivia estaba en 10.2%, seguramente en los últimos meses esta cifra ha aumentado 1 o 2 puntos porcentuales más, lo que ya es alto. Sin necesidad de hacer ningún análisis en profundidad se puede verificar que esta cifra es real pues para nadie es extraño que los índices de criminalidad han aumentado exponencialmente en los últimos meses.
La semana pasada el Fondo Monetario Internacional ha publicado sus últimas proyecciones y estas muestran que para este año, Bolivia va a crecer a una tasa de 2.2%, va a tener una inflación de 6.5% y un déficit de cuenta corriente (exportaciones – importaciones) de -2.1%. Comparadas estas cifras con el promedio de la región, no son tan malas pues se espera que Latinoamérica decrezca en -1.5%. Sin embargo tampoco son buenas noticias, pues para un país pobre que esta tratando de salir de su atraso, esto implica que no se aprovecho el buen momento de la economía mundial para crecer a tasa realmente altas, abrir mercados, diversificar la producción y mejorar los niveles de productividad. Esos objetivos tendrán que relegarse a algún otro periodo de boom económico, que de acuerdo a las proyecciones, eso podría suceder de aquí a unos 4 o 5 años.
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1 comment:
amigo, el enlace del CEDLA aparentemente esta roto...
Buen post! saludos desde tiquizia!
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