El día de ayer se batieron dos records en Bolivia. El primero esta relacionado al deporte y el segundo esta relacionado a la política. El primero es realmente una hazaña extraordinaria, el segundo podría haber sido algo extraordinario, pero no lo es.
Ayer el nadador chuquisaqueño Weimar Torrez, nado 24 horas, 12 minutos y 12 segundos ininterrumpidamente. La hazaña fue realizada en la piscina del Colegio Militar de Ejercito, lo que resalta más aún, pues fue realizada en La Paz, ciudad que en los últimos meses ha estado muy cuestionada por el tema de la altura. Definitivamente este record es una muestra de valor y coraje y de que la altura no es dañina. También resulta muy loable el mensaje de amor y seguridad sobretodo mental con que el nadador afronto el reto, demostrando que con una preparación psicológica adecuada, y convicción, todo es posible.
El otro record fue batido por Evo Morales que lleva como Presidente, 19 meses y 3 semanas, superando así a sus 4 antecesores. ¿Por qué debería sorprendernos esto? Nos debería sorprender por el hecho que el país sigue en un descalabro político igual o peor que lo que estaba hace ya más de 5 años y todo sigue prácticamente igual. A nivel económico si bien estamos mejor que con los anteriores gobiernos, no deja de preocupar el bajo nivel de crecimiento que hemos tenido el primer trimestre de 2007 (2.01%) y la tendencia que aparentemente es a la baja (ver INE). Ojala Evo siga batiendo records, pero que estos sean sobretodo a nivel económico y de superación de la pobreza. Al paso que vamos, el único record que vamos a batir es el de la mediocridad.
Sigamos el ejemplo de Weimar!!!
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