En un anterior
post me referí a la absurda idea del Gobierno municipal de La Paz de querer
fijar los precios del autotransporte a través de una consulta. En este post me
voy a referir a otra absurda idea, en este caso del gobierno central, de querer fijar las tasas de interés activas
de los bancos (otro precio) a través de un decreto. Y digo ideas absurdas
porque de nuevo me hacen pensar que se olvidaron de lo que realmente significan
los precios en la economía. Los precios son señales que indican el grado de escasez
de los recursos. Más aún en el sistema financiero, las tasas de interés les
sirven a los bancos para lidiar con los problemas de selección adversa y riesgo
moral. Dicho en lenguaje sencillo, las tasas de interés les permiten a los
bancos seleccionar entre clientes buenos y malos.
Ciertamente no es
que se quiere fijar todas las tasas de interés, solamente se plantea fijar las
tasas de interés de los créditos ofrecidos a sectores productivos y de vivienda
social. Primero habría que definir que se entiende por sectores productivos. En
todo caso, si la idea es facilitar el crédito a estos sectores abaratándolo, la
medida lo que va a lograr es mas bien todo lo contrario. Los bancos al no contar
con un mecanismo objetivo de selección de clientes optaran por restringir el
crédito en vez de expandirlo. Puede que a los bancos grandes esto no les afecte
mucho porque son bancos que tienen clientes grandes para los cuales ya existen líneas
de crédito fijas, pero a los bancos pequeños si puede traerles consecuencias no
deseables.
Por otro lado hay
que pensar también que las tasas de interés no son precios aislados, en
economía existe lo que se denomina la estructura de tasas de interés, donde las
tasas de interés pasivas, activas, interbancarias, de descuento, etc, están todas
de una u otra manera relacionadas. Fijar tasas de interés para unos sectores
estaría de alguna manera castigando a los otros sectores, pues les estaría
aumentando los costos de inversión. Esto también podría generar distorsiones
que se traduzcan en efectos reales sobre los niveles de producción y empleo.
En resumen, así
como las distorsiones en la fijación de precios del autotransporte se han
traducido en un mal servicio, exceso de movilidades en algunas horas y ausencia
en otras, embotellamientos, etc., la fijación de tasas de interés traerá
similares o peores consecuencias en el sistema financiero.