Me ha sorprendido la propaganda que se le ha dado a la supuesta adopción de una moneda común por los países del ALBA en la cumbre a realizarse en estos días en Bolivia. La idea no sería mala si es que a este acuerdo entrarían todos los países de sur y centro América, especialmente aquellos que tienen un peso comercial importante como Brasil. Pero estamos hablando del ALBA que además de ser un Acuerdo de Libre Comercio ficticio es un grupo de países sin mucha importancia como para imponer el uso de una moneda en las transacciones comerciales.
De hecho y bien lo dice el documento que se va a firmar, lo que se va a establecer es un Sistema Único de Compensación Regional (SUCRE) que dista mucho de la adopción de una moneda. En realidad va a existir una unidad de cuenta que va a ser el SUCRE pero no va a existir una moneda que cumpla las otras funciones de una moneda que son la de medio de cambio y depósito de valor.
Por tanto después que se hable mal del dólar como seguramente lo harán efusivamente los Mandatarios, ésta moneda seguirá siendo usada como medio de cambio pues cumple con la característica fundamental que hace al dinero y que es la Confianza. Es precisamente la Confianza lo que da el sustento a cualquier moneda incluida el Boliviano. Pero la Confianza va mas allá del uso de una moneda, es la base para que funcione la economía.
Ojala en vez de lanzar discursos ideologizados, los Mandatarios refuercen la confianza o mejor dicho la recuperen, primero internamente en sus países y luego entre países. Hacer esto no es otra cosa que recuperar la institucionalidad que hace mucho tiempo la hemos perdido.
