Friday, November 26, 2010

Rio y El Alto


Seguramente la mayoría de las portadas de periódicos de hoy mostraron la violencia desatada en la ciudad de Rio de Janeiro como consecuencia de la arremetida policial en contra de las bandas de traficantes que controlan la mayoría de los barrios pobres en esa ciudad, llamadas Favelas. Precisamente en un articulo muy bien escrito en El Deber (click aqui) se hace una síntesis de lo que son las favelas y lleva un titulo que no podía ser mejor donde se habla de una historia de 4 décadas de violencia por omisión del Estado.

El artículo hace referencia a los años 70 como la década en que el narcotráfico empezó a controlar estos barrios y la pregunta que una se hace es por que paso esto, y la respuesta es muy sencilla: Porque ante la ausencia de Estado, fueron los traficantes quienes cubrieron las necesidades de los vecinos que son gente pobre. Y es que ese es el gran problema del narcotráfico porque en una sociedad libre al final de cuentas cada quien es libre de meterse al cuerpo los tóxicos que quiera, pero lo que no es tolerable es que gente pobre tenga que aguantar la violencia a cambio de recibir salud, protección, trabajo, etc.

El problema del tráfico de drogas es claramente un problema económico con tasas de rentabilidad altísimas que hacen que mucha gente incluido niños este metida en este negocio. Por tanto no debería escandalizarnos el hecho que un cura o quien sea denuncie que niños están vendiendo drogas en el Chapare, lo que debería escandalizarnos es que niños sean pobres.

Por qué pongo como título a “Rio y El Alto”, pues porque El Alto tiene niveles de pobreza muy similares a los que tienen las favelas de Rio y las construcciones son también muy similares. Solo faltaría cambiarle el clima y ponerle narcotraficantes para que el escenario sea el mismo y seguro podría ser igual en cualquier barrio periférico de La Paz, Santa Cruz o cualquier otra ciudad de Bolivia.

El operativo policial realizado en Rio seguramente permitirá reducir los niveles de violencia, pero tengo mis dudas de que sea sostenible, pues además de ser costoso implica mantener la toma de las favelas para siempre, cosa que es muy difícil de hacer. En Bolivia estamos todavía a tiempo de evitar escaladas de violencia y la forma mas sabia de hacerlo es luchando contra la pobreza.